
Cuando se visita Old Trafford y alrededores por primera vez hay que aguantar una tiritera. Sucede al entrar en el museo del Manchester United. Hay un espacio dedicado a la tragedia area de Mnich en la que que el 6 de febrero de 1958 perdieron la vida 23 pasajeros, entre ellos ocho futbolistas, Duncan Edwards, Roger Byrne, Mark Jones, Tommy Taylor, Eddie Colman, Liam Whelan, David Pegg y Geoff Bent, parte de la clase alta que estaba destinada a toser en el trono del ftbol europeo al Real Madrid de Di Stfano.
El tajo letal en la historia del Manchester United fue la pasarela para el nacimiento de unos hroes, los supervivientes, entre los que se encontraba Sir Bobby Charlton, que la noche anterior haba marcado un doblete en Belgrado contra el Estrella Roja. Junto a l, otros ocho compaeros pudieron contarlo. En ese racimo se contaba tambin a Matt Busby, el patriarca de un alumnado, los ‘Busby Babes’, que hizo llorar a toda Inglaterra.
As juegaba Bobby Charlton, leyenda del Manchester United y la seleccin inglesa
El mlnutado de Old Trafford
Fue Busby, desde Munich, el que mand un mensaje de aliento estilo Churchill para que el United naciera otra vez desde las camas del hospital alemn. En el museo se puede escuchar a ese senado de heridos mientras la sala est rodeada de papelera con grandes titulares de la prensa de la poca. Charlton, con 21 aos por entonces, empez a dibujar los planos de un mito.
El escalofro tiene minutado. A Sir Bobby se le atribuye el bautizo de ‘El Teatro de los sueos’ para Old Trafford. En el exterior de ese templo un reloj parado muestra la hora de la tragedia muniquesa. No hay mejor manera de echar un vistazo a esa reliquia para saber que dentro hay que guardar un respeto.
Charlton dispara a puerta en un partido con la seleccin europea
Con el paso de los aos Charlton comenzara a perder el pelo y as qued en el microchip de los aficionados. Ese divino calvo, con buena pegada de baln, y fuelle para aparecer en cualquier milmetro del campo, termin el mausoleo en dos fases.
El hroe de Wembley
En la primera, al conquistar el Mundial del 66 para Inglaterra; en la segunda, al alzar la Copa de Europa de 1968 ante el Benfica de Eusebio, en un tiempo en el que ya haba irrumpido en la plantilla George Best, el sultn que no tena horarios. En ambos sucesos el viejo Wembley, el de las porteras tipo Subbuteo, ejerci de testigo de las hazaas.
Tras coleccionar premios y reconocimientos, Bobby Charlton qued como el mejor embajador posible del Manchester United en el mundo del ftbol. Era el nico superviviente de la tragedia que quedaba con vida. Era un emblema del baln, un elegido, el hombre que vivi dos veces.